2009-05-27

PRELUDIO DE LO ABSURDO



Es tan absurdo pensar en lo absurdo, que me vuelvo absurdo tratando de pensarlo. Es que me desgasto tontamente, porque si pensara en lo absurdo tendría que aceptar que lo absurdo es todo lo que tengo a mi alrededor; por tanto, lo absurdo no es solamente lo que veo, sino lo que hago, lo que pienso y lo que omito, absurdo es tan incoherente que no tiene razón de ser y sí pienso en descubrir que es lo absurdo, tendría que comenzar delatando, cuan absurdo es hablar de ésta palabra.


Comenzar a cuestionar cada cosa que existe, sería encarar un secreto a voces, que el hecho de preguntarme de todo lo que encuentro, es un hecho absurdo como el querer descubrirlo y es que hay hechos que no tienen razón de ser, tan imposibles como intangibles y tan absurdos como utópicos.

Lo absurdo también es desafiante, atenta contra nuestra capacidad de creer que lo sabemos todo, es como cuando quisieras ser más inteligente perdiera todo el sentido y volvieras a ser tan o más ignorante que antes. ¡Qué peligro es la información! Que peligro es saber, porque entre más conoces, más te das cuenta que tan ignorante eras, tratando de no hacerte ver tan absurdo sabes que lo absurdo es ineludible.

Ahora bien, lo absurdo es subjetivo, lo que es absurdo para mi, podría no serlo para alguien, aunque el hecho de concebir la palabra "absurdo" es más absurdo que investigarla. Absurdo es todo lo que hace presencia en la tierra, mi existencia, la de los demás, el cielo, el lenguaje, ¡todo es tan absurdo como el hecho de pensar que la lógica, es una razón para descubrir el mundo!, que absurdo.

2009-05-25

SANGRAR NO DUELE, REFRESCA


He visto sangrar mucho, como si se tratara de agua o del más corriente aceite. A veces el dolor se te cuela por los poros y te hace previsible, inseguro, intransigente. Las lagrimas de sangre duelen más cuando no se respiran, cuando se ahoga cada parte de tu ser y se retiene tanta impulsividad y depresión.

A veces sangra más de lo que llueve, las gotas de lluvia siempre se tornan rojas, el cielo se vuelve negro y las fuerzas para seguir escasas. No duele tanto sangrar como sentir que nadie respalda tus lágrimas, tu sangre; es como sentirse vacío.

¿Te has sentido en el lugar equivocado?; en la cima de la nada, que no perteneces a ningún lugar, que tu cuerpo no se amolda a la aspereza existencial de quienes nunca han tenido el tacto para ser seres humanos. De ahí, es que sangras y que te conviertes en el elemento inerte que no siente nada, la piedra, el pedazo de oscuridad que todos crean sobre ti.

Tanto pasas, tanto sangra que te vuelves inerte al dolor, la sangre se convierte en la cotidianidad, en un elemento más de tu vida y es cuando vuelves redescubrir que a veces sangrar también te ayuda a poner los pies en la tierra, entre más sangras más aprendes. Entonces es cuando aprendes que a veces sangrar no arde, no duele; entonces es cuando aprendes que no importa cuanto sangres, siempre hay sangre por secar, entonces es cuando realizas que a veces sangrar no duele, refresca.

2009-05-14

CALLEJON SIN SALIDA


Me encuento en una caja, en una casa sin ventanas, en un camino largo y oscuro, en un callejon sin escapatoria. A veces me pregunto ¿que voy a hacer con mi vida?, a veces me cuestiono a donde me llevaran mis manías, mis costumbres o simplemente donde estaré en un par de años y me hallo ahí en ese camino que no tiene salida y me siento tan impotente queriendome escapar de un lugar que yo mismo he sellado.

Rondan tantas cosas en mi cabeza, a tantas cosas le tengo miedo, principalmente a vivir, a enfrentarme a todo lo que viene, a descubrirme solo, a sentirme ahogado en ese caja de carton, en esa casa sin ventanas y en ese camino largo y oscuro.

Algunas veces me encuento al borde del descontrol, agudizando mis miedos, preguntandome si de verdad estoy apto para vivir, y todo lo que acarrea esa palabra. Quisiera salir de ese callejon, son tantos los días en que he esperado verme salir triunfante, pero son más aquellos en los que me gana la soledad y me doy cuenta que por mucho que tenga miles de personas a mi lado, me seguire encerrando en el callejon sin escapatoria.

Hay días que tengo tanto miedo y que me encuento a la expectativa de descubrir cosas, días en que se junta todo y en que quiero escapar, pero por mucho que cierre los ojos para evitar ver a mi alrededor, al abrirlos volveré a la misma realidad de la que quise escapar, dándome cuenta de que idependientemente de que lo quiera o de que no lo quiera, ahí estoy yo, ahí esta mi realidad y ese mismo callejón que yo mismo auto creé.