TE OLVIDÉ

Traté de cumplirte al máximo, cada vez que sentí que amé a alguien, tu recuerdo se posaba en mi mente para nunca hacerme separar de cada palabra que te dije, de cada beso que te di, de cada promesa que mi amor te llegó a hacer.

Intenté serle fiel a mi palabra, a todas las noches juradas dándonos besos y pensando en un futuro que nunca se iba a acabar, yo sí cumplí, yo sí intenté hacer el mayor esfuerzo por no olvidarte, aunque tus ojos ya me habían olvidado, tu cara ya no me miraba a mi y tus besos ya no me besaban a mi.

Mi amor te fue fiel hasta el último de mis suspiros, yo sí te cumplí, viví un  inmenso amor que me llevó a la locura, al desconsuelo y de eso no tengo la culpa yo, simplemente mi corazón te quería cumplir. Sé que no hubo errores, yo te cumplí, cada vez que te dije te amo, cada vez que te juré un amor eterno, nunca te mentí, viví atado a un cuerpo que no existía, a unos besos que sabían a sal, a miradas acusadoras, a palabras hirientes, a silencios sin respuestas.

Hoy sé que no te fallé, que viví un amor desmedido, te quise mucho más de lo que podrías entender, te amé mucho más de lo que me llegué a amar a mi mismo, me juré serte fiel, no solo te lo juré a ti, sino que a mi mismo, me ataqué por llegar a ilusionarme con alguien, por llamarle `mi amor`, a unos ojos desconocidos, por eso y mucho más, sé que no te fallé, tú fallaste a tus promesas, tu fallaste a tu amor y cuando menos me di cuenta, cuando menos lo pensé, ya te había olvidado.

Me enseñaste a amar, me enseñaste a hacer muchas cosas que pensé que jamás podría hacer, pero también me enseñaste que la vida no es un cuento de hadas y que a la primera persona que tengo que hacerle promesas, es a mi mismo, prometerme el no abandonarme, prometerme el no ser infeliz, prometerme el amarme más a mi mismo que a nadie y sobretodo prometerme aprender a borrar promesas, de quien nunca la cumplió. Te olvidé.

AYÚDAME

Ayúdame a no recordarte, a olvidarme que tocamos el cielo miles de veces al hacer el amor. Olvídame, para ayudarte a no recordar, que si hay besos que curan hasta el más grande de los dolores. Ayúdame a no recordar que dormiste a menudo en mis pensamientos, mientras apoyabas tu cabeza en mi pecho.

Ayúdame a no comparar tus besos y tu mirada con la mirada de otras. Compárame, para ayudarte que no vuelvas a recordar que mis manos recorrieron cada espacio de tu alma, escribieron mi nombre a cada uno de los puntos que te hacían vibrar de placer. Ayúdame tú, que nadie más ha podido ayudarme.

SOY TRES PUNTOS SUSPENSIVOS

Soy tres puntos suspensivos y no se si pretendo ponerle un punto final. Soy tres puntos suspensivos no uno, ni dos, tres. Deberían ser más o deberían ser menos, pero no, sólo son tres.

Es que es esta incertidumbre de algo que continúa, como queriendo decir algo, pero dejando a medias. Soy tres puntos suspensivos, aquellos que no dejan más opción que la de la adivinanza, especulación, arbitrariedad, desconsuelo y sorpresa.

Soy tres puntos suspensivos y pretendo borrarle dos puntos a la historia y comenzar a escribir otro capitulo, pensando en el punto y a parte de unos renglones arriba, pero queriendo ponerle más comas a los párrafos. Definitivamente si, soy tres puntos suspensivos, mientras tu sigues borrándole los dos puntos que pongo al final de cada oración. 

ESE DOLOR DE SIEMPRE

Tu recuerdo me mantiene vivo, tu recuerdo me hace soñar, es todo lo que necesito cuando ya no tengo ganas de sonreír. Me aferro a tu mirada cada que siento que mi mundo se vuelve a caer.

El tiempo ha pasado y me sigue mintiendo, para mi que te fuiste ayer. Para mi que no tengo tanto tiempo extrañándote y espero que vuelvas con tu sonrisa todos los días.

Me acostumbré a soñarte cada vez que pensaba, me acostumbre a amarte y sentir el olor de tu piel, no puedo siquiera imaginar que tus labios no saben igual, para mi siguen sabiendo a lo mismo, al mismo sabor que dejé impregnado en tu piel. Soñé tantas veces contigo que ya ni me acuerdo de tu cara, solo de tu sabor y de tu olor, aunque quiera engañarme y aunque pienses en engañarme, mi sabor también sigue siendo parte de ti.

Amarte se convirtió en mi pasatiempo, tanto, que ya no me acuerdo si alguna vez hice otra cosa, hoy solo puedo decir... te extraño y que si mantenerme aferrado a tu mirada me mantiene vivo, viviré pensando en todos aquellos días en que tus ojos fueron mi salvación.

NO SÉ SI AÚN TE ACUERDES DE MI

Te extraño algunas veces y otras ni me acuerdo de ti, supongo que así debe ser. Algunas cosas han cambiado notoriamente en mi vida, sigo extrañando muchas cosas tuyas que creo que ya olvide, como aquella mirada que me vio tantas veces y aquellos labios que me besaron a escondidas, ese cuerpo que tantas veces fue mio y esa boca que tantas veces dijo te amo.

No se si esté bien o mal, simplemente está y muchas cosas han cambiado, vuelvo a repetir, he vivido un tiempo en el que he despertado de mi letargo, donde he aprendido a conocer bien quienes son los que habitan a mi lado y he aprendido a conocerme sobretodo, a mi.

Sin embargo, hoy quiero presentarme ante ti y decirte hola, tal vez no me recuerdes o tal vez haya cambiado tanto que ni mi aroma sea el mismo, pero antes que nada es importante que sepas que aunque no te acuerdes de mi cara o de aquellas manías que tanto te molestaban, quiero explicarte que las cosas a veces no son como queremos y a veces, solo toca aceptar lo que está sucediendo, así, tal cual como venga.

Y repito, aunque no te acuerdes de mi, solo puedo decir que aquí estoy, soy aquel que algún día le dijiste te amo, ese a quien le juraste que tu cuerpo nunca más sería de nadie y aquel que juraste demasiadas veces que nunca ibas a olvidar, más no se si aún te acuerdes de mi.

UNA SONRISA

Vida, tiempo, música, dolor. Incomprensión, dureza, fastidio y abandono.

Argumentos, peleas, discusiones, gritos. Risas, crueldad, insulto y decepción.

Marcas, huellas, rasgos, traición. Inconformidad, tristeza, vacío y desilusión.

Es la descripción de una sonrisa, cuando hay algo oculto bajo ella.

ABSURDO PERO REAL

Todo en la vida es absurdo, ¡si! absurdo y mucho; más eso no quiere decir que sea inevitable, pues el mismo hecho de ser absurdo, lo hace tres veces más real. No hay nada más absurdo que negar la existencia de todo lo absurdo, pues es un hecho tan factible, como tan absurda la afirmación de su existencia. Que absurdo es vivir, que absurdo es creer que vives y que tienes el control. Inevitablemente así son las cosas, absurdas y despiadadas, porque ¿a quién le va a importar lo que te importe?, es absurdo, simplemente absurdo.

OSCURIDAD VENDADA

me gusta jugar a hacerme el tonto... Cuando bien sabes que puedo descifrar cada uno de tus pensamientos, antes de que lo hayas pensado...

Me gusta decirte lo que quieres escuchar, pues la manera más fácil de persuadirte es enaltecer tu ego, sin que puedas sospechar la mínima mala intención en mis palabras embaucadoras. Mas luego, me gusta amordazar tu conciencia con lo que no quieres escuchar, porque no hay nada mejor que alimentar tu altivez, para romperla sutilmente.

Nado entre tu actitud inconsciente y aspera, como intentando conocer y acostumbrarme a lo que eres, sin embargo la satisfacción de aquel de aspiraciones bastas y sin fundamento, consiste en creer que podemos retener a alguien ocasionando dolor.

Me gusta cuando crees que tienes la razón y me dedico a reír a tus espaldas de la manera más inocente, sin maldad.

Me encanta cuando veo tus malas intenciones salir de tus ojos y tus labios, sacando tu lado más perverso y diciendo y jurando pureza absoluta dentro de tu mundo alterado de ilusiones y deseos desmedidos...

Me encanta ser yo, quien te haga ver lo peor de ti, pues así sabrás que mi cariño, no simboliza una oscuridad vendada.

NO SILENCIO

Un comienzo siempre es un final, un final siempre es un comienzo. A través del tiempo los silencios se convierten en excusas y las excusas se convierten en decisiones, las decisiones se respetan y los silencios se interpretan. A la sombra de la nada, no se puede vivir y si el silencio es terrorífico no se puede romper.

Los sentimientos bipolares están lejos de ser reales, los silencios absurdos son más dicientes que las palabras fútiles; pero cuando los silencios son intencionales pueden ser un arma de doble filo, pues jugar a callar, no es un arma defensiva sino ofensiva cuando el silencio se torna amargo y castigador, pero el castigo más grande es que los silencios no lleguen a perturbar un espacio y difuminen.

Los silencios, no pueden ser intencionales pues ejemplifican un ataque sin escudos, en una pelea sutil en donde no hay sangre pero hay dolor y ese dolor es un arma defensiva, pagando y cobrando los silencios absurdos con olvido y decepción.