EL DÍA SIGUE AUNQUE EL CORAZÓN SE PARE

El día sigue aunque el corazón se pare. Por más dolor que haya, por más dolor que exista, sigue.

La noche acaba, aunque lo oscuro no merme. Por más que te altere el desconsuelo y pierdas la esperanza, siempre amanece.

Afuera, no hay espacio a la detención, el mundo sigue andando como por inercia y no importa quien se quede en el intento. Quedarse no es desaparecer, quedarse es olvidar como vivir y convertirse en la inercia del tiempo dejando toda vida a su paso.

El dia sigue aunque el miedo sea eterno. Las horas llegan y las cosas se afrontan, aunque te escondas, el momento llega.

El reloj no para por mucho que tu te detengas, vas en crecimiento. Tú decides si trabar tus manecillas, pero las del mundo siguen en movimiento.

Adentro hay espacio para la detención, el mundo puede no seguir para ti y no importa que te quedes en el intento. Quedarse en entregarse a la muerte mental, es entrar en retroceso y convertirse en un objeto más que el pasado dejó de lado. El mundo está en movimiento, las horas que se van están llamadas a desaparecer. Tú decides si corres con las horas o si te quedas atrás, viviendo en el pasado, mientras tú te conviertes en eso, junto al tiempo que se fue.

DECIR ADIOS

La vida nos enseña muchas cosas, aprendemos a sufrir, a vernos recaídos, sin opción de levantarnos; pero también nos enseña a poner corazas a nuestro alrededor. Nos quita, cuando al instante nos está dando y nos vuelve sabios, cuando perdemos la luz.

A veces perdemos sangre, momentos, recuerdos y personas. Se nos escapa la alegría entre los dedos; nos encontramos tan desnudos a la deriva del desconsuelo. Nos invade la desilusión al creer que no hay dolor más grande que ese que estamos viviendo.

Es ese el momento en que nos damos cuenta que hay cosas inevitables. Hay momento en que nos toca desprendernos de cosas dolorosas, de momentos, personas y recuerdos que solo anclan nuestra vida y nuestra mente, a una vida estática situada en el centro de un mundo en movimiento.

En esos momentos pareciera que nada tiene sentido, el color del día cambia y se transforma, todo lo ves oscuro y te sientes tan impotente porque no todo sale como queremos. Ahí a la deriva de esa nada, en el centro del mundo en movimiento, aprendes que a veces hay que despedirse de personas, cosas, recuerdos y momento, que el mundo avanza y nosotros decidimos si queremos quedarnos anclados en el pasado o si aprendemos con dolor que la sabiduría cuesta un poco más que la resignación, aunque la primera a largo plazo es más placentera.

AFERRANDOSE...

A veces nos aferramos a cosas, personas y momentos innecesariamente. Nos volvemos un manojo de recuerdos, no vivimos el presente por estar anclados en el pasado. Las cosas pasan como si se tratara de un reloj, esas horas que se fueron, tuvieron su importancia en algun momento, pero nadie devuelve las manecillas para retornar cosas que solo quedan en la memoria.

Aferrarse, es un salvavidas. Quien se aferra a vivir el pasado, es como quien quiere buscar una excusa para vivir o ser feliz y es que hay pasados alegres, otros con altibajos y otros que pesan en el alma, pero de nada sirve recordarlos cuando NUNCA volverán. Es como pensar que hay muchos sentimientos que existen, ésta es una excusa para las personas que tienen que justificar su vida de alguna u otra forma.

Aferrrarnos no es más que vivir atrapados en el pasado, algo que existió, que no existe y que no existira y posiblemente el tiempo como buen ayudante borrara cada huella y cada paso, para evitar recordar lo que felizmente te agobia porque no volverá y lo que tristemente te retumba como queriendo marcar tu presente.

PRELUDIO DE LO ABSURDO

Es tan absurdo pensar en lo absurdo, que me vuelvo absurdo tratando de pensarlo. Es que me desgasto tontamente, porque si pensara en lo absurdo tendría que aceptar que lo absurdo es todo lo que tengo a mi alrededor; por tanto, lo absurdo no es solamente lo que veo, sino lo que hago, lo que pienso y lo que omito, absurdo es tan incoherente que no tiene razón de ser y sí pienso en descubrir que es lo absurdo, tendría que comenzar delatando, cuan absurdo es hablar de ésta palabra.

Comenzar a cuestionar cada cosa que existe, sería encarar un secreto a voces, que el hecho de preguntarme de todo lo que encuentro, es un hecho absurdo como el querer descubrirlo y es que hay hechos que no tienen razón de ser, tan imposibles como intangibles y tan absurdos como utópicos.

Lo absurdo también es desafiante, atenta contra nuestra capacidad de creer que lo sabemos todo, es como cuando quisieras ser más inteligente perdiera todo el sentido y volvieras a ser tan o más ignorante que antes. ¡Qué peligro es la información! Que peligro es saber, porque entre más conoces, más te das cuenta que tan ignorante eras, tratando de no hacerte ver tan absurdo sabes que lo absurdo es ineludible.

Ahora bien, lo absurdo es subjetivo, lo que es absurdo para mi, podría no serlo para alguien, aunque el hecho de concebir la palabra "absurdo" es más absurdo que investigarla. Absurdo es todo lo que hace presencia en la tierra, mi existencia, la de los demás, el cielo, el lenguaje, ¡todo es tan absurdo como el hecho de pensar que la lógica, es una razón para descubrir el mundo!, que absurdo.

SANGRAR NO DUELE, REFRESCA

He visto sangrar mucho, como si se tratara de agua o del más corriente aceite. A veces el dolor se te cuela por los poros y te hace previsible, inseguro, intransigente. Las lagrimas de sangre duelen más cuando no se respiran, cuando se ahoga cada parte de tu ser y se retiene tanta impulsividad y depresión.

A veces sangra más de lo que llueve, las gotas de lluvia siempre se tornan rojas, el cielo se vuelve negro y las fuerzas para seguir escasas. No duele tanto sangrar como sentir que nadie respalda tus lágrimas, tu sangre; es como sentirse vacío.

¿Te has sentido en el lugar equivocado?; en la cima de la nada, que no perteneces a ningún lugar, que tu cuerpo no se amolda a la aspereza existencial de quienes nunca han tenido el tacto para ser seres humanos. De ahí, es que sangras y que te conviertes en el elemento inerte que no siente nada, la piedra, el pedazo de oscuridad que todos crean sobre ti.

Tanto pasas, tanto sangra que te vuelves inerte al dolor, la sangre se convierte en la cotidianidad, en un elemento más de tu vida y es cuando vuelves redescubrir que a veces sangrar también te ayuda a poner los pies en la tierra, entre más sangras más aprendes. Entonces es cuando aprendes que a veces sangrar no arde, no duele; entonces es cuando aprendes que no importa cuanto sangres, siempre hay sangre por secar, entonces es cuando realizas que a veces sangrar no duele, refresca.

CALLEJON SIN SALIDA

Me encuento en una caja, en una casa sin ventanas, en un camino largo y oscuro, en un callejon sin escapatoria. A veces me pregunto ¿que voy a hacer con mi vida?, a veces me cuestiono a donde me llevaran mis manías, mis costumbres o simplemente donde estaré en un par de años y me hallo ahí en ese camino que no tiene salida y me siento tan impotente queriendome escapar de un lugar que yo mismo he sellado.

Rondan tantas cosas en mi cabeza, a tantas cosas le tengo miedo, principalmente a vivir, a enfrentarme a todo lo que viene, a descubrirme solo, a sentirme ahogado en ese caja de carton, en esa casa sin ventanas y en ese camino largo y oscuro.

Algunas veces me encuento al borde del descontrol, agudizando mis miedos, preguntandome si de verdad estoy apto para vivir, y todo lo que acarrea esa palabra. Quisiera salir de ese callejon, son tantos los días en que he esperado verme salir triunfante, pero son más aquellos en los que me gana la soledad y me doy cuenta que por mucho que tenga miles de personas a mi lado, me seguire encerrando en el callejon sin escapatoria.

Hay días que tengo tanto miedo y que me encuento a la expectativa de descubrir cosas, días en que se junta todo y en que quiero escapar, pero por mucho que cierre los ojos para evitar ver a mi alrededor, al abrirlos volveré a la misma realidad de la que quise escapar, dándome cuenta de que idependientemente de que lo quiera o de que no lo quiera, ahí estoy yo, ahí esta mi realidad y ese mismo callejón que yo mismo auto creé.

MUDANZA

La casa está vacía, él ha hecho mudanza, se ha llevado todo, ya no quiere nada de lo que está ahí. Ha comprado una nueva cama, con un suave tendido, nuevo también. Ella cambió de trabajo y de voz, ya ninguno guarda recuerdos, éstos no son más que memoria, la memoría si se puede borrar.

Él dijo "ya no más", decidio asear cada parte de su casa antes de irse para que los recuerdos no atormentaran, no lo harán, las huellas también se borran, la tierra las diluye. Ella quiere salir de la nada, pero en la nada está, pensó que con el amor se puede jugar y se murió en el intento, ¡con el amor no se juega, el amor no da treguas, amor se paga con amor!.

Las Mudanzas son un hecho que se lleva por dentro, en ese constante vaivén del ser humano, seguir, estacionarse; caer o levantarse, todo va por dentro, todo implica un proceso sentimental, te mudas cuando lloras, cuando sufres, cuando amas, porque aprendes como enfrentar situaciones cara a cara idependientemente de cuanto mal puedas sentir, siempre tienes que avanzar, siempre te tienes que mudar.

La mudanza ha terminado, todo quedó vacío, tanto adentro como afuera. ¿Mudanzas?, ¡si! el se ha llevado todo el dolor que tenia adentro, lo sacó entendiendo que no se puede sufrir por alguien que no te valoró, ha comprado nueva cama y nuevo tendido, le ha puesto nuevas almohadas a su corazon, la mudanza es por dentro. Ella se quedo en el tiempo, la mudanza de ella fue hacia afuera, hay cosas que nunca se olvidan, seguir adelante es una de ellas.

A TRAVÉS DE LA VENTANA

A veces me gusta mirar por la ventana, preguntarme tantas cosas que desconozco y tantas que no quisiera saber. A veces me gusta cuestionarme de mi vida, que ¿por qué esto? y que ¿por qué lo otro?, como si lo supiera, pero quisiera negarmelo. Me gusta mirar a través de ese crital tan frágil pero tan seguro a la vez y sentirme infinito, como si pudiera lograr todo, como si las barreras no existieran; sentir que puedo, que aunque me quiebre a momentos, me puedo pegar a pedacitos.

A veces me gusta, cerrar los ojos y olvidar momentos vividos, sentir que puedo despegar como un avión en busca de un mejor aterrizaje y de nuevos pasajeros. A veces siento que me puedo defender de la injuria, del dolor. Ahí a través de esa ventana de cristal, a veces me siento eterno y a veces a momentos, fútil.


A veces quisiera desibujar todas las veces que visto a través de la ventana y todos esos receurdos que quedaron grabados en el cristal, esas dudas, esas preguntas, las certezas e igualmente los sueños, esos que se ven a lo lejos como si se tratara de la caminata más extensa, yendo a un lugar en el medio de la nada, bajo la sombra de nadie.


A veces quisiera que el cristal se rompiera y no viera más a través de él, que la ventana no amilanara mis ganas de afrontar al mundo, que hiciera mi propio cristal más fuerte que el de la ventana y dejara de ver mi vida a través de ella, para encontrarme con la realidad. A veces quisiera no cerrar los ojos, ni ausentarme cuando estoy ahí parado justo detrás de ella; mientras el mundo se mueve a tal velocidad, que siento como si debiera afrontarlo rapidamente.

LLUVIA AMARGA

Anoche mientras inundaba una calle, mojaba una autopista y rodaba por la sala de una casa, me imaginaba como seria mi vida si no fuera quien soy. Desde el cielo todo se ve oscuro, me recubro de negro, veo el azabache del pavimento, de las calles; mientras el día sombrío pone a más de un ser en el extremo de su melancolía. Lloro por lo menos 2 veces al mes, cuando llega el invierno parece ser la temporada mas difícil para mi, caigo entre las ventanas y me deslizo en cámara lenta como esperando ser recogida, pero me he dado cuenta que me seco en el piso, en las paredes y vuelvo a ser algo que no existió. Esa misma noche quería cansarme de caer y caer, como si fuera la última vez. Me enfrentaba a darme cuenta que cada quien tiene su destino en la vida y el mió era caer del cielo, gota a gota, rayo a rayo, segundo a segundo.

Llevo 3 horas cayendo desde el cielo, mis gotas no se evaporan, porque la noche esta fría, gris; desde arriba todo se ve oscuro, el brillo parece ser opacado por las tinieblas y lo tenebroso del sonido, desprevenidamente bajo como en la carrera de la vida; llegar es la meta. A mi sombra caminan tantos y corren cuando el cielo ya no puede aguantar y me deslizo levemente mientras se cuelga en la ventana con una transparencia delatante, rasgos de lo que fui. Se revuelca el cielo, como se revuelca el agua y se pierde entre la tierra; porque caigo como vaticinio, de lo conocido, pero temido, de lo que falta por conocer, de lo que falta por explicar. Me llevo todo a mi paso, comienzo a decaer.

La tierra queda en pausa al verme desfilar, no toda. El cielo va aclarando, porque luego llega la calma, esa calma intranquila que llega a debilitar sentidos, después de que las gotas, el aire y el cielo como artesanos han modificado a su antojo, luego de la llovizna sale el sol, mi ciclo de vida ha terminado, muero como una planta marchita, como muere el atardecer; dejando en cada gota una fuerza sobrenatural.

LLEGA EL MOMENTO

Llega el momento de tu vida en que quieres hacer un pare y determinar cuantas cosas bellas tienes y en cuantas has fracasado. Ese momento es en el que decides y te das cuenta que el tiempo no pasa en vano, que cada experiencia en un granito de arena más que se conjuga con el viento para descubrir el piso que abunda de polvo.

Llega el momento en que te das cuenta que no toda la vida es felicidad, que han habido momentos difíciles, que han existido momentos en los cuales quieres escapar, en los que pensarías que todo está mejor si no los vivieras, pero cada etapa, cada paso que has dado te ha hecho lo que hoy eres. Sin experiencia no hay aprendizaje.

Llega el momento es que pones en una balanza lo bueno y lo malo, lo absurdo y visible, lo alto y lo bajo y te das cuenta que los vaivenes de la vida, son solo un tramite profundo en donde esperas llegar a una meta establecida, que todos llamamos felicidad. Ese momento es solo un paso más, otra de las experiencias que en tu vida marcarán un paso más.

Llega el momento en que decides aprender, en que descubres que tan inteligente eres y a pesar de las caídas, de esos tropezones y de los contratiempos; ahí estás fuerte como el roble, más parado que nunca en busca de una libertad, en ese momento descubres que no debes estar en busca de la felicidad.. Que cada momento ha sido un milagro y que el aprendizaje es tu recompensa.

SENTIMIENTO INCONTROLABLE

A veces somos los seres más contradictorios del mundo. Podemos romper esquemas, podemos validar y hundir sentimientos, contradecirnos. Queremos odiar cuando amamos, queremos amar cuando odiamos y siempre estamos insatisfechos con nuestra vida.

Se avecina un sentimiento que quiero dejar escapar, hay días de soledad, de esos días de días en que todo parece irreal. Quisiera sentir cosas que no siento, crear una jaula de hierro, que cubra la de cristal, tan rígida pero tan frágil.

Es tan fácil sentirse decepcionado de todo, cuando nunca se ha estado de acuerdo ni contento con nada. Es tan difícil escapar de sentimientos de los cuales no tienes dominio. Odio, amor, decepción, fatiga, desesperación; todo parece una mentira, un trámite, tan falso como la existencia de la vida -siendo irónico-.

Tan sarcástico es decir algo cuando tú mismo sabes y estás convencido de que las cosas no son así, totalmente difícil arropar a pedazos el sol o taparlo con un dedo, pero siempre nos creemos más fuertes que lo que sentimos y definitivamente estamos a merced de algo que está tan dentro de nosotros pero que no podemos controlar.

¿ALGUNA PREGUNTA?

La polución se cuela por la ventana. No va a llover, ¡no!, simplemente hace más calor que nunca y es tan absurdo como el frío. El frío te hace pensar, elevarte; el calor te acorta la respiración, no hay nada que decir. Ando carente de ideas y de colores, todos los días tienen uno diferente, hay momentos en que decides ver el sol amarillo, pero hay otros en los que todo lo ves en blanco y negro, ese es un día de día.

Hoy no es uno de esos, de los irreales. Hoy es simplemente un día de esos en los que afuera la contaminación se reproduce y va contaminando adentro y te sientes ahogado, como queriendo escapar. No logras darte cuenta de nada, simplemente quieres elevarte, pero la fatiga no te deja y la verdad, no sabes que tan bueno sea pensar. ¿pensar qué?, ¿para qué?, ¿por qué?, ¿qué es pensar?.

Las ideas se han esfumado, a lo mejor ya no hay razones para expresar algo. ¿Que tan frecuentemente sentiré que nada tiene sentido? ¿qué es lo que no tiene sentido? ¿qué es el sentido?, ¿quien soy yo?. Posiblemente este dándole vueltas a un asunto que no tiene solución, queriendo descubrir esa causa por la que a veces sentimos un vacío interior, a pesar de estar rodeados de miles de personas. Nunca estás conforme con nada.

¿Es inconformismo con todo?, ¿qué es todo?, ¿qué es inconformismo?, ¿donde está la nada?, ¿es todo una creación mía?, pero ¿qué es lo mío?, si me siento vacío.

Talvez queremos controlar todo, saber todo, tener todo detallado. Nadie dijo que a todo tienes que darle razonamiento, pero somos maquinas aprendices de una sociedad putrefacta llena de insatisfacciones, preocupada de todo, menos de lo importante, y ¿qué es lo importante? cuando me he pasado hablando de la nada y del vacío, es decir nada es importante -admito-.

Y es que simplemente, somos una pieza más, actuamos en masa y con un modelo a seguir, el modelo insatisfecho, injusto, depresivo, autocritico y autocastigador. ¡vaya que sociedad hemos creado!.

Ya se, tengo una idea ¡Vayamonos todos a la mierda!.

¿MIEDO O COSTUMBRE?

¿Qué es el miedo? si no más que un traspiés, un estado pasajero, igual que la depresión. ¿Como satisfacer esos días en que nada te llena. Te llenas de preguntas, que nunca llegas a responder, pero como digo es mejor no responder tantas preguntas, ¿para que complicarte la vida?, es mejor vivir en la ignorancia tranquila, que en la sapiencia angustiosa.

Sentir es vivir, pero no todo lo que sientes es bueno, no todo te hace vivir, hay sentimientos que van matando la conciencia y el corazón. Miedo, temor, angustia ¿cómo podríamos llamarle a ese sentimiento que nos limita? que no nos permite ser felices aunque eso de la felicidad ya lo conversé. No es que para m no exista, es que simplemente no estamos acostumbrados a ser felices, siempre nos sentiremos vacíos -pero esa es otra conversación-.

El miedo, no es más que la simple excusa para satisfacer nuestros deseos de mediocridad. Esas ganas de fracasar, ese estado inmóvil en donde no somos capaces de hacer algo y justificamos de alguna u otra forma lo que el miedo hace en nuestra cabeza.

Aunque el miedo es más que una excusa -me contradigo-, el miedo es un instinto creado, inyectado en la cabeza, acostumbrándonos a sentir que seremos juzgados por algo que hagamos. Acostumbrándonos a ser frustrados en un objeto más de desilusión, seguimos siendo el elemento vacío, el complemento de la nada, la parte inconclusa de algo a lo que no nos aproximamos, por miedo.

ODA A LA FELICIDAD

Oh felicidad, tanto que te espero, tanto que te quiero.

Oh felicidad, llena de inciertos y de traiciones.

Oh felicidad, ¿que eres, donde comes y a quien frecuentas?

Oh felicidad, ya me cansé de ser sarcástico e irónico, ni yo me creo estar hablando de tí, juré muchas veces no hacerlo y seré breve.

VETE A LA MIERDA.

PRELUDIO DE UN DÍA DE DÍA

A veces llueve más de lo que debería. Te sientas a ver como corre el viento como queriendo escapar, como queriendo llegar a otro lugar desconocido, como intentando buscar otra alternativa, como tú. Llueve cuando ya no tienes fuerzas ni energía, llueve por costumbre por que debería llover sólo cuando es necesario.

¿Cuanta fuerza has perdido esperando algo que nunca vendrá?, cuanta lluvia has visto caer, brisas pasar, gotas desvanecerse y aún así, sigues guardando esperanzas en futuros inciertos, muchas veces no hay alternativas de una nueva vida, pero la ilusión te alimenta aunque estés en frente de la más sutil de las mentiras, del más grande error y de lo perfectamente imperfecto.

Sigues esperando y esperando, tus manos han envejecido, han pasado tantas cosas por tu vida, te has esperanzado en que ha valido la pena todo lo que has vivido, pero nunca estás totalmente satisfecho, no hay nada que te llene. ¡Vacíos! como cuando construyes una pirámide de cartas, con espacios, fácilmente para derrumbar, por mucho empeño que pongas el viento se las llevará con cada gota que reboza y cada sueño que se hunde.

Gastas tiempo pensando que todo lo que haces te satisface y ¡NO! simplemente te acostumbras a pensar que hay cosas peores y a disfrutar de cada momento como si no tuvieras norte, solo alimentándote de pequeñas cosas que no te llenan, por más que pienses que sí.

y vuelves a sentirte vacío, todo te da igual, comenzando desde cero y fijándote en que ese vacío nunca se va a cerrar, por que simplemente no es visible. Así el preludio de un día de día de esos en que todo parece irreal, ¿qué es tú vida, quien eres tú?, si simplemente eres un vacío más...

DE LOS DÍAS DE DÍAS

Como un poema carente de sensibilidad, como una caricia ausente de sentimientos, hay días de días en los que provoca ser el elemento más inerte de una manada de piedras. Subes y bajas te acostumbras a caer, te acostumbras a vencer y a sentirte ganador; pero luego puedes caer tan frágilmente del león más poderoso a una infame mosca llena de basura.

De los días de días, de las horas en que prefieres no existir y pensar que todo podría ser mejor y te conformas con palabras confortantes que tú mismo sabes que no tienen sentido. De los días en que te entregas completamente para ver como te despedazan en la tan nombrada selva de cemente, donde nadie tiene poder, mientras que existan las ganas de ser feliz -ese es un tema que prefiero no nombrar-.

Hay días de tristezas nocturnas y donde la lluvia hace estragos en tu mente absurda, tan estúpida como la depresión de la que eres preso, como si tuvieras que ser esclavo de un sufrimiento que no conoces, o que si conoces pero prefieres arriesgarte. A veces es mejor conocerse a si mismo y bajar las pretensiones, a veces es mejor que te rías de las estupideces que te pasan, a veces es mejor que seas un cómico critico de tu vida, que más se parece a un circo barato que hace escala momentánea en una mente profanada.

VOLVER A COMENZAR

Hay días en que todo parece una miseria, en que caminas por un impulso corporal y que debes encarar la vida, aunque no quieras. Hay días de altibajos, como todos. Parece totalmente desconocido el verse caído y el elevarse, aunque comúnmente es la cotidianidad. Hay días de soledad, depresión, irrealidad y unos que son una completa porquería, hay días que no deberían existir, hay días de los que se aprende a gotas de sangre.

Hay días en que te sientes tan ágil pero impotente, tan claro pero nublado y de esos días es que aprendes a acorazarte. Hay días en que vuelves a equivocarte, hay días basura, unos absurdos y otros alejados de la realidad. Comienzas a perder toda noción de tiempo y comienzas a convertirte en un títere más de un modelo social encaminado a la insatisfacción humana.

Hay días de extrema confianza y de pérdidas increíbles, pierdes tanto como ganes, ganas tanto como pierdes. Odio, amor, familia, confianza; tanto como experimentas, tanto te blindas y la coraza creada se va blindando cada día más, en esos días de días en los que preferirías levantarte de una pesadilla y volver a comenzar.