2011-04-26

LAS RISAS, LOS MOMENTOS, LAS HISTORIAS.



Las risas, los momentos, las historias, todo. La risas se quedan grabadas, son como un momento de regocijo, nadie puede determinar el valor de una sonrisa pero aún más cuando están llenas de momentos. Los momentos son instantes efímeros y mentirosos, viven en el lapso de un tiempo que habita en la desesperación de la estabilidad y así se complementan las historias.

Las historias hacen parte de la vida, creamos historias memorables y excluibles, a pesar de que todas habitan en un pedazo del subconsciente, pero solo aquellas que tocan el alma trascienden. Gracias por haberme dado risas, momentos y ayudarme a crear historias, pero gracias exclusivamente por haber tocado mi alma y haber trascendido en mi vida.


EN MEMORIA DE LILLY TANIA DÍAZ, DESCANSA EN PAZ.


16 Nov 1987 - 7 Mar 2011


2011-04-25

ESTADOS


Las cosas más bellas de la vida son las que se miran desde afuera, es imposible no mezclarse con la ilusión, la desesperanza, la alegría desbordante o la depresión más sigilosa, pero es que no hay motivos para revolver los sentidos, volverlos una maquina ausente de criterio, pero lo hace y entra en el profundo lapso de no entender que hace ni que dice, estúpido eso, ¿no?.

La cárcel más profunda de tu ser, te lleva a desprender lo que quieres de lo que realmente quieres, hay sueños que no se anhelan, se consiguen y los improcedentes y utópicos, se admiran como un circo, lleno de chiste, gracia y esplendor, a la salida tu boleto no te sirve para volver a ver la función, además ¿quién quiere ver una función repetida?.

La crisis del momento te lleva a descubrir que la vida no se articula con un procesador de textos, la vida se hace palpable como en una colcha de retazos, magnifico e inexplicable, pero sin uno el otro queda en el aire y no comprendemos porque pasamos tanto, pero si entendiéramos a donde vamos, sabríamos que las estaciones no tienen que ser placenteras.

No hay satisfacción más grande que capturar lo anhelado, dentro de una esfera de mentiras e imposibilidades, no hay satisfacción más grande que abordar las estaciones como estados pasajeros para poder hacer más placentero el momento de la llegada.