PRELUDIO DE UN DÍA DE DÍA

A veces llueve más de lo que debería. Te sientas a ver como corre el viento como queriendo escapar, como queriendo llegar a otro lugar desconocido, como intentando buscar otra alternativa, como tú. Llueve cuando ya no tienes fuerzas ni energía, llueve por costumbre por que debería llover sólo cuando es necesario.

¿Cuanta fuerza has perdido esperando algo que nunca vendrá?, cuanta lluvia has visto caer, brisas pasar, gotas desvanecerse y aún así, sigues guardando esperanzas en futuros inciertos, muchas veces no hay alternativas de una nueva vida, pero la ilusión te alimenta aunque estés en frente de la más sutil de las mentiras, del más grande error y de lo perfectamente imperfecto.

Sigues esperando y esperando, tus manos han envejecido, han pasado tantas cosas por tu vida, te has esperanzado en que ha valido la pena todo lo que has vivido, pero nunca estás totalmente satisfecho, no hay nada que te llene. ¡Vacíos! como cuando construyes una pirámide de cartas, con espacios, fácilmente para derrumbar, por mucho empeño que pongas el viento se las llevará con cada gota que reboza y cada sueño que se hunde.

Gastas tiempo pensando que todo lo que haces te satisface y ¡NO! simplemente te acostumbras a pensar que hay cosas peores y a disfrutar de cada momento como si no tuvieras norte, solo alimentándote de pequeñas cosas que no te llenan, por más que pienses que sí.

y vuelves a sentirte vacío, todo te da igual, comenzando desde cero y fijándote en que ese vacío nunca se va a cerrar, por que simplemente no es visible. Así el preludio de un día de día de esos en que todo parece irreal, ¿qué es tú vida, quien eres tú?, si simplemente eres un vacío más...